Las bajas temperaturas ya han hecho su aparición en escena y todos sabemos que una casa bien aislada es mucho más eficiente energéticamente, por no hablar del ahorro económico que genera. Según las estimaciones de Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, por cada grado que aumentamos la temperatura en casa, el consumo de energía crece alrededor de un 7%, lo que implica un encarecimiento de la factura energética.
Una cuestión que no es baladí, asegura la compañía, teniendo en cuenta que a finales de septiembre el Gobierno anunció que planea incluir en los Presupuestos Generales de 2016 una rebaja del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), de hasta un 20%, para aquellas viviendas más eficientes. Aunque las opciones para conseguir una casa más sostenible son diversas -desde cambiar las bombillas a sustituir los electrodomésticos- lo cierto es que el aislamiento térmico tiene un papel protagonista en esta historia.
En este sentido, alrededor del 98% de la energía que se produce en todo el mundo se ‘gasta’ debido a la ineficiencia. Por ello, la falta de aislamiento de los edificios provoca que necesitemos consumir más energía de la necesaria, lo que puede suponer un sobrecoste de hasta 400 euros por año y vivienda.
Aunque puede resultar una obra costosa, Danosa aconseja aprovechar una reforma para aumentar el aislamiento térmico de la vivienda o el edificio, principalmente cambiando las fachadas o las cubiertas. Sin embargo, está demostrado que por cada euro que se invierte en el aislamiento del inmueble, se produce un retorno de unos 7 euros gracias al ahorro de energía.
En este contexto, una vivienda o edificio tiene múltiples focos de salida de la energía. Uno de los más conflictivos son las puertas y ventanas, en las que se pueden producir pérdidas de hasta el 20%, según las previsiones de Danosa.
En un análisis de puntos de escape en una vivienda, la compañía ha detectado que por el suelo puede perderse hasta un 30% de la energía, por los muros un 25%, mientras que el suelo es el culpable del 2% de las pérdidas energéticas en el hogar. En este sentido, Danosa estima que con una pequeña mejora en el aislamiento se puede ahorrar hasta un 30% en calefacción.